18.4.08

MAR


Respiro el aire salado que me trae el mar. Allí donde esté lo puedo notar, lo huele una parte de mí que no es mi nariz. Cierro los ojos. Inspiro. Sonrío. Me hace sentir en casa. Me transporta a mi infancia. Arena, cielo, agua, sal. Me gusta ser mujer, pero me encantaba ser sirena.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pocas veces nos damos cuenta de lo agradable que es respirar, no sólo por la narid.

Anónimo dijo...

Creo que sigues siendo sirena.
Si no, no me explico...
;)

Nutopia dijo...

Pav: Y además es increíble cómo se conecta el olfato con antiguos recuerdos, no crees?? Un beso, guapa.

Maria: Tú estás empeñada en que caiga rendida a tus pies, no??? Te pongo la prime en la lista para cuando me decida a pecar en brazos de una mujer. (Podemos decirle a Charlie que venga a mirar... JAJAJAJAJAJA... Qué mala soy.... arderé en el infierno!!!!)

Anónimo dijo...

Y UNA MIERDA!!!!!!!!!!!!!!

Nutopia dijo...

Jajajajjajajajajajaa... Joder, Charlie!!!! Lo que nos ha costao que te picaras un poco!!!!

Anónimo dijo...

:D
:D
:D
Si ej que al final pican tós.
Y no es tan difícil hacerle la competencia a mi mago andaluz.
JA.

Luis dijo...

Chanfles, lo del olfato es increíble, no sé que opina la ciencia al respecto, pero hay momentos que llegan tal cual con un olor del pasado.

Me encantó la parte en la que dices que te gusta también ser sirena.

Que lindo.

Nutopia dijo...

Hola, Luís Manuel. Pues verás... es que de pequeñita fui casi sirena; me pasaba el verano metida en el mar :) Y ese olor no se olvida nunca. Por cierto, recuerdos a Chanfles... no tengo el placer de conocerlo ;)