Quiero hacer un homenaje a un tipo de guerrera de la que no nos hablan en los libros de mitología, ni en las novelas históricas. Yo quiero aclamar a la guerrera que lucha con las armas y el lenguaje propio de la mujer, con la palabra, la intuición, el afecto, la resiliencia, el valor.
No hablo de guerreras de cuerpos perfectos, vestidas con harapos y haciendo posturitas sensuales, creadas por el hombre y basadas en sus fantasías sexuales. Hablo de amazonas a las que les falta un pecho, pero que han superado un cáncer. Hablo de guerreras que albergan en su cuerpo estrías y señales del nacimiento de sus hijos. Guerreras con cicatrices que no se ven a simple vista, de heridas interiores que han lamido y curado en silencio. Guerreras que luchan con valor cada día, pero que no son conscientes de ello. O quizá sí, pero es su entorno quien no sabe que está ante una Gran Guerrera, y que la sonrisa que regala vale una fortuna. Incluso cuando sus expectativas respecto a sus metas cotidianas están por debajo de lo esperado, no han fracasado... han luchado y han hecho lo que muchos otros no podrían.
Esta colección está dedicada, con todo mi amor, a las Super Guerreras que tengo cerca de mí y me inspiran cada día para seguir luchando. También quiero dedicarla a todas las mujeres que padecen fibromialgia, porque aunque sean consideradas débiles, en su interior se esconde una fortaleza de superguerrera que muchos valientes querrían para sí mismos.
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