Un pañuelo de ropa podía acoger un gran significado entre sus hilos. Era mucho más que un trozo de tejido, era contenedor de sentimientos y recuerdos.
Hoy en día se ha perdido, en parte, la espiritualidad de los objetos cotidianos de uso. Ellos contenían su historia y la de aquéllos que los habían usado. Pasaban de una mano a otra, reutilizándose de manera natural.
Un simple pañuelo podía simbolizar el recuerdo de la amada, o el amor de una madre.
El reciclaje más coherente sería la reutilización de objetos realizados en materiales de calidad para que perdurasen y formasen parte de nuestra historia, no de nuestra basura.
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